Hacen falta huevos


Eramos cuatro viejos zorros, azotados por la vida y por las mujeres, por el alcohol y por el sistema, se supone... No teníamos nada mejor que hacer un sábado por la noche que juntarnos a beber y a jugar. Han de ser las 3 o 2 de la mañana, llevo bebiendo dos dias asi que no estoy muy seguro, ustedes entenderán. Estábamos sentados en el patio en una especie de terraza agradable, con cobertizo y vista al pasto. un farol alumbraba nuestra mesa que yacía con vasos de whisky barato y cigarros, cartas y ceniceros. La mesa era redonda, cada uno en un lado distinto, a mi derecha había un tío ex recluso, había estado preso por matar a su mujer, era calvo y usaba boina, militaba en el partido comunista y se ganaba la vida cantando en las micros. El de mi otra derecha, osea izquierda, era un tipo de barba alto y pálido, yo no lo conocía, era amigo del Anfitrión. Que estaba situado frente a mi, yo bebía con el en un bar, conversábamos de la vida y hablábamos de poesía y lo mal que van las cosas, una persona agradable.

La conversación y el brisca fluía como la sangre, hablábamos de sexo y mujeres. como todo grupo de hombres reunidos, siempre recuerdos. todos divorciados y solos, excepto por el de mi derecha que había matado a su mujer. Yo contaba que como llevaba sin escribir 4 años ya no llegaban cartas a mi casa, ni mujeres, ni nada. Solo bebía con la venta de los libros y que llevaba casi dos años sin sexo. El anfitrión contaba que su mujer se fue con el tipo que solía ser su socio en un negocio de venta de refrigeradores, se fue con su dinero y su mujer, pero le quedaba esta casa y muebles que iba vendiendo poco a poco.

El juego seguia y el tipo de mi izquierda dijo:

-Deberíamos jugar a la ruleta rusa.
- Deberíamos Culiarnos unos con otros. dijo el tipo de mi derecha
- Deberíamos comprar mas copete. Dije yo.
- ... El anfitrión no dijo nada.

E hicimos cada una de las cosas, menos la que sugirio el tipo de mi derecha, sospecho que en la cárcel le dieron duro, debe de ser eso, un borracho normal no ofrece su culo a sus compañeros de copas, menos frente a otros. Fuimos a comprar Gin, y whisky para que nos durara el resto de la noche, compramos 3 botellas y dos cajetillas de cigarros. Por mi parte compre unas mentitas por si conocía a alguna mujer de vuelta a mi casa, esto de la falta de sexo te deja mal. te deja jugando brisca con un recluso que te ofrece el culo...

Volvimos a nuestra mesa en las mismas posiciones, mientras servíamos el anfitrión fue en busca de su revolver, buen revolver, con el mataba a los gatos de su vecina, contó. Y espesamos el juego, Partió el que sugirió, tomo la bala y la cargo, la giro fuerte pero el de mi derecha lo detuvo, - hagamos-lo un poco mas emocionante, envés de volarnos la sien, podríamos volarnos las pelotas, para que si valga le pena morir.
Yo me opuse, pero estaba muy borracho para argumentar asi que asentí, el anfitrión no dijo nada. Así que el tío de mi izquierda Se apunto las pelotas, suspiro, contó hasta tres y disparo... NADA!

Era mi turno, en lo personal yo prefiero morir antes de volarme las pelotas así que estuve muy asustado, sude, sude como chino, temí y busque escusa para no hacerlo, pero nadie me creyó, así que allí fui, giré y me apunte a las pelotas, tome un sorbo de whisky al seco con mi otra mano, suspire de nuevo, conté... UNO...DOS...TRES... PAAAH! Nada... Volví a suspirar mas aliviado y dije, Conchesumadre necesito mas whisky. Me servi un poco mas pero faltaba hielo así que emprendí rumbo a la cocina.

Una vez en la cocina me dirigí directo hasta el refrigerador, en la hielera había carne descompuesta, quizá cuanto tiempo lleve alli, enfin, saque el hielo y moje la cubeta para que soltase, eche un vistazo en la parte de abajo del refri, coji un limón y lo partí a la mitad, le puse sal y empeze a comerlo. PAAAAF! sonó repentinamente seguido de un grito desgarrador, me preocupe al principio, acabe la mitad de limón y volví, a medio camino regrese a la cocina, había olvidado los hielos.

Cuando volví al patio estaba el tipo de mi derecha con las bolas sangrando y aullando como lobo machacado, sucio maricón pensé, pobre de el. Tome asiento y llene el vaso, el se sobaba y gritaba mientras que el tipo de mi izquierda fue a echar a andar el auto, con el anfitrión de esta velada mágica, tomamos al tipo de la derecha y lo subimos al coche, seguía gritando y dejaba una posa de sangre como rastro. Se subió en la parte de atrás del auto y se lo llevaron, con el anfitrión volvimos a la mesa el se sentó en su misma posición original, yo hice lo mismo.

- Y si seguimos jugando?. Sugerí
- Y si seguimos bebiendo?. Dijo él.
- Bueno
- Este juego es para weones y para maricones
- Temí por mis bolas.

Seguimos bebiendo un poco mas hasta que perdi la conciencia, de seguro la derecha e izquierda chocarían en el camino, yo estaba demasiado borracho para que me importase. Si, este juego es estúpido, Hay que tener huevos para jugarlo y apostarlos literalmente. Pobre tipo...

Al cabo de dos días volví a pasar por la casa del anfitrión y note un cartel que decía: " Se vende juego de ruleta rusa " Este tipo hablaba enserio.

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